La Contaminación Lumínica y nuestro derecho a ver las estrellas
CONTAMINACIÓN LUMÍNICA
Desde la Edad de Piedra la humanidad ha contemplado las estrellas en
busca del sentido de la existencia, siendo este un sello distintivo de nuestra
condición como especie. Esta fascinación compartida por todos los seres
humanos de todos los pueblos y épocas de la historia, ha contribuido a
modelarnos como civilización y como individuos.
En 1994, la Unesco y la Fundación Jacques Cousteau presentaron la
Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Generaciones
Futuras. Este documento, conocido como la Declaración de La Laguna, ya
incluía la necesidad de legar a la gente del futuro “una Tierra indemne y sin
contaminar, comprendiendo el derecho a un cielo puro”.
Esta fue la base para la Declaración sobre las Responsabilidades de las
Generaciones Actuales para con las Generaciones Futuras, establecida por
la Unesco a finales de 1997. Una década más tarde, en abril de 2007, se
realizó la “Conferencia Mundial en Defensa del Cielo Nocturno y del
Derecho a Observar las Estrellas”, en la isla de La Palma.
En esa conferencia se firmó la llamada Declaración StarLight, que en su
primer punto establece: “El derecho a un cielo nocturno no contaminado que
permita disfrutar de la contemplación del firmamento debe considerarse
como un derecho inalienable de la Humanidad, equiparable al resto de los
derechos ambientales, sociales y culturales, atendiendo a su incidencia en el
desarrollo de todos los pueblos y a su repercusión en la conservación de la
diversidad biológica”. En su artículo segundo -de un total de diez-, subraya
que “la progresiva degradación del cielo nocturno ha de ser considerada
como un riesgo inminente que hay que afrontar, de la misma manera que se
abordan los principales problemas relativos al medio ambiente y a los
recursos patrimoniales”.
Lo que degrada nuestro cielo nocturno y nos priva de nuestro derecho a
mirar las estrellas es la conocida como contaminación lumínica.
¿Qué es la contaminación lumínica y qué la causa?
La contaminación lumínica es un término genérico que indica la suma de
todos los efectos adversos de la luz artificial. Dicho de otra manera, La
contaminación lumínica es la intromisión, directa o indirectamente, en la
naturaleza de fuentes de luz artificial causando impactos negativos para los
seres vivos o afectando los intereses humanos.
Las fuentes de contaminación lumínica que generalmente podemos
encontrar son:
• Falta de inteligencia en el diseño de las instalaciones de alumbrado
que, en la mayoría de ocasiones, exceden la potencia necesaria, no se
dimensiona bien el número de luminarias, la interdistancia, altura, etc.;
lo que conlleva una baja uniformidad en el alumbrado, que se traduce
en que se necesite más potencia para que la percepción de
luminosidad sea buena, provocando más reflexiones,
deslumbramientos e intrusión lumínica.
• Alumbrado público urbano (calles, parques, plazas, jardines...).
• Iluminación privada de exteriores (letreros, anuncios, cañones de luz,
edificios...).
• Iluminación ornamental de lugares emblemáticos (edificios,
monumentos, fuentes...).
• Vías de comunicación de gran capacidad, sus glorietas, áreas de
servicios, estacionamientos y peajes.
• Zonas industriales y comerciales. Aeropuertos, puertos y estaciones de
ferrocarril.
• Iluminación de obras en construcción.
• Iluminación de interiores que escapan al exterior.
Consecuencias de la contaminación lumínica
Contribuye al cambio climático
La contaminación lumínica contribuye producción de emisión de gases
invernaderos, principalmente dióxido de carbono (CO2). Para generar
energía eléctrica, es necesario contar con una central termoeléctrica, que
son instalaciones que producen electricidad a partir de combustibles fósiles
como petróleo, gas natural y carbón.
Derroche energético y económico
La luz que no se aprovecha, como la que se emite hacia el cielo, debido a el
mal diseño, planificación e instalación de las luminarias, es energía
malgastada. Y como tal es también un dispendio económico para las
ciudades que no apuestan por una iluminación eficiente y responsable.
Perjudica el descanso y la salud del ser humano
Diversos estudios relacionan la intrusión en las viviendas de la iluminación
artificial exterior con la mala calidad del sueño, al afectar a los ritmos
circadianos y produciendo un desorden en la segregación de la hormona del
sueño: la melatonina.
Puede dar origen a estrés, depresión y otras patologías más graves. De
acuerdo a algunos estudios, la luz artificial por la noche aumenta el riesgo de
padecer cáncer de mama y obesidad.
Así mismo, existe una estrecha relación entre la contaminación lumínica y el
padecimiento de trastornos del humor.
Impacto ambiental negativo. Consecuencias de la contaminación lumínica
para la biodiversidad
Según la UNESCO, el exceso de iluminación artificial hacia medios
naturalmente oscuros perjudica a la flora y la fauna de hábitos nocturnos.
Los efectos sobre la flora y la fauna de este tipo de contaminación están más
estudiados que sobre la salud humana. Algunos ejemplos de cómo afecta la
contaminación lumínica a los animales y las plantas son:
• La iluminación excesiva de las playas es un perjuicio para la vida
marina. Los ciclos de afloramiento y descenso del plancton marino se
alteran por esta luz artificial. El plancton es la base de la alimentación
de muchas especies marinas, que también se ven afectadas de forma
indirecta.
• Las aves se deslumbran y se desorientan en sus migraciones. En
muchos casos, salen más tarde a buscar el alimento o no logran
capturas. Además, muchos pájaros, deslumbrados por el exceso de
luz, mueren al chocar contra edificios.
• Muchos animales que no ven a ciertas longitudes de onda, pueden ser
presa fácil de otras especies. La luz excesiva altera los hábitos de la
mayoría de los insectos que rompen el ciclo día-noche. Además, la luz
ultravioleta que liberan muchas lámparas los dañan, beneficiando
indirectamente a sus depredadores naturales.
Contribuye a la propagación de enfermedades infecciosas
Un estudio reciente relaciona los excesos lumínicos nocturnos de las
grandes ciudades con mayores probabilidades de dispersión de patologías
infecciosas como el Virus del Nilo Occidental, ya que los pájaros infectados
expuestos a luz artificial nocturna portaron concentraciones elevadas del
virus durante más tiempo –los mosquitos, que son los que infectan a los
humanos, pican a estos pájaros que actúan como portadores del WNV–.
Perjudica la seguridad vial
La iluminación artificial aporta seguridad cuando estamos al volante; pero en
exceso puede ser contraproducente sí, por ejemplo, causa reflejos o las
luminarias no dirigen los haces de luz adecuadamente produciendo sombras
u otros efectos.
Impide ver el cielo estrellado
Cuando el alumbrado de las ciudades proyectan luz hacia el cielo se pierde
la visibilidad de las estrellas, lo que no solo supone arrebatar a los
ciudadanos de hermosas vistas, sino también que la investigación de los
cuerpos celestes sea más complicada.
Cómo evitar la contaminación lumínica
Hay muchos factores que pueden influir a la hora de evitar y reducir la
contaminación lumínica. Los más destacados son los siguientes:
• El diseño, planificación e instalación de las luminarias. Un punto
clave, tanto en lo referente al diseño estético (uso de farolas, focos o
proyectores, según el caso), como a su planificación e instalación en la
vía pública.
• La posición e inclinación de las luminarias. La colocación de las
mismas, en términos de posición e inclinación, serán claves para que
una luminaria no emita luz hacia el hemisferio superior. La iluminación
debe dirigirse siempre hacia abajo para reducir el flujo lumínico.
• Prohibir fuentes de iluminación como cañones de luz o láseres que
envíen directamente luz al cielo.
• Uso de la potencia estrictamente necesaria. El uso excesivo de
potencia, no solo hace que aumente considerablemente la
contaminación lumínica, sino que también afecta al gasto energético,
con los consiguientes sobrecostes económicos.
• Programar horarios de iluminación. Respetar horarios, reduciendo o
eliminando por completo la iluminación en las horas menos activas, es
también otra medida efectiva que se suma a la necesidad de hacer un
uso responsable de la luz en las zonas monumentales.
• La utilización de tonos cálidos, ya que resultan más apacibles para
la vista.
• Respetar las recomendaciones internacionales respecto a los
niveles de iluminación adecuados y aprobar legislaciones
autonómicas que regulen la iluminación para prevenir este tipo de
contaminación, teniendo en cuenta la eficiencia y el ahorro energético.
Normativa vigente sobre contaminación lumínica en España
La normativa que existe internacionalmente para procurar un alumbrado más
eficiente es muy variada, pero no hay una regulación específica sobre la
contaminación lumínica. La Unión Europea cuenta con un Reglamento
para el diseño ecológico de las luminarias (245/2009), que se complementa
con otros; pero más allá no existen más que recomendaciones de
organismos internacionales que invitan a limitar el exceso de iluminación de
las ciudades.
En España este asunto está regulado por las comunidades autónomas y las
medidas para evitar la contaminación lumínica están recogidas en diversas
leyes.
En el siguiente enlace encontramos la legislación vigente en España:
Legislación sobre prevención de la contaminación lumínica en España
Videoteca:
• Video TVE - El cielo no puede esperar
• LIFE ECOLIGHT 2006 - L'Albufera de Valencia
Fuentes y enlaces de interés:
• Red española de estudios sobre la contaminación lumínica
• Celfosc
• Documento final V2 - Conama 9
• Esta generación dejará de ver las estrellas: la contaminación lumínica
• Contaminación lumínica: características, causas, efectos, soluciones
• Efectos negativos de la contaminación lumínica y soluciones
• Contaminación lumínica qué es, causas, tipos, consecuencias y
J.V. Alfaro
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